Con base en las
características de los servicios públicos
en cuanto a regularidad, continuidad, obligatoriedad,
persistencia, gratuidad y calidad, los servidores
públicos, además de ser los
enlaces o intermediarios entre las instancias
gubernamentales y administrativas con la sociedad,
se convierten en los depositarios de llevar
al cabo el cumplimiento de tales fines, en
el interés de satisfacer las necesidades
de la colectividad.
Para ello los Servidores
Públicos, además de contar con
una gran capacidad profesional —en gran
parte provista por un Servicio Profesional
de Carrera—, requieren tener en su actuación
un gran sentido de la responsabilidad y de
la ética.